La noche electoral del 28 de mayo asistimos a un terremoto político de tal envergadura que, tan solo un día después, se llevó por delante al Gobierno de España. En esta coyuntura, en Alcorcón la mayoría progresista y municipalista se hacía con la victoria por algo más de 40 votos.
El resultado fue tan ajustado que su oficialidad tuvo que demorarse por casi una semana, con un recuento de votos nulos en la mismísima junta electoral que ampliaría algo más la ventaja del bloque.
La celeridad de los tiempos no suele dar espacio suficiente a reflexionar sobre lo que ha ocurrido. Sin embargo, creemos que es necesario hacer un análisis de los resultados, de lo que significan para el municipio y de las traducciones que, a nuestro juicio, deben tener para articular fórmulas de gobernabilidad que duren en el tiempo y que sigan ofreciendo proyectos de futuro para nuestras vecinas y vecinos.
Políticas de mejora de la calidad de vida vecinal
1. La victoria compartida: cada voto cuenta. En los sistemas multipartidistas no gana las elecciones quien tiene más votos sino quienes son capaces de articular una mayoría de gobierno que, además, se traduzca en políticas públicas que mejoren la vida de las vecinas y vecinos.
La victoria del 28 de mayo no pertenece a un solo partido político, sino que es compartida por las 3 fuerzas que tienen hoy la capacidad de articular un gobierno progresista y municipalista para nuestra ciudad.
Lo demuestra no sólo la suma exacta de concejalas/es para obtener la mayoría necesaria para una investidura (14), sino lo ajustado que ha sido el desempate (unas decenas de votos).
Este reconocimiento del valor de cada formación política es fundamental para organizar una convivencia en forma de gobernabilidad que perdure en el tiempo.
Por la parte que nos toca, reivindicamos nuestro proyecto municipalista que ha cosechado un 16% de los votos, siendo la anomalía respecto a municipios similares a los nuestros.
A pesar de haber tenido un ligero retroceso, el resultado supone un espacio electoral mucho más amplio de lo ofrecerían fórmulas de coalición más clásicas entre partidos estatales (El ejemplo más recurrente sería el de las fórmulas “Podemos-IU” que, en municipios similares, obtuvieron resultados mucho más modestos).
Propuesta de ámbito local sólida
Consideramos que, contrastado con la tendencia general en todo el país, el resultado valida la apuesta política municipalista de Ganar Alcorcón y nos consolida como un espacio político de ámbito local, arraigado a la realidad municipal y con un reconocimiento incuestionable de nuestro recorrido de gestión, que ya es inseparable de cualquier fórmula de Gobierno progresista que
pueda darse en Alcorcón.
Sin embargo, la complejidad del puzzle atañe a la totalidad de los actores. Sin el espacio histórico que representa el PSOE y la emergencia de Más Madrid, respondiendo a la nueva realidad consolidada en las autonómicas de 2021, no sería posible hablar de un posible ejecutivo progresista.
El reconocimiento del papel de todos los actores políticos es una condición necesaria para la creación de una agenda común de gobierno. También para una convivencia gubernamental plural, estable y que dé resultados a las vecinas y vecinos.
No debemos olvidar que, a pesar de votarse en unas elecciones municipales, diferentes tendencias de carácter nacional y regional también atraviesan la decisión del voto de más de 90.000 personas.
Ser capaces de leer las diferentes causas del voto y respetar su traslación en forma de representación es fundamental para dar una respuesta a la altura de nuestras vecinas y vecinos.
Victoria ajustada: Gobierno estable
Lo ajustado de esta victoria nos envía señales claras: el Gobierno debe ser estable, debe representar a todas las partes y, sobre todo, debe dar respuesta a los principales retos de nuestra ciudad.
2. Los grandes retos de este periodo y los objetivos compartidos de Alcorcón: consolidar los proyectos de futuro de nuestra ciudad y dar una respuesta al problema del alquiler
La pervivencia en el tiempo de una mayoría de Gobierno progresista y municipalista dependerá de la capacidad que tengamos de dar respuestas a los problemas de nuestras vecinas y vecinos.
Sin la respuesta en el periodo 2019-2023 a grandes problemas como la crisis de las basuras o el problema del CREAA, enquistado por una década, no podríamos estar hablando hoy de los retos gubernamentales de los próximos 4 años.
Dar respuesta al problema del alquiler
En esta legislatura debemos ser capaces de responder, a nuestro juicio, a dos grandes retos: (1) la consolidación de los proyectos de futuro de nuestra ciudad y (2) dar una respuesta al problema del alquiler.
La consolidación de los proyectos de futuro de nuestra ciudad pasa, inevitablemente, por acabar de asentar el papel de la empresa pública, ESMASA, como herramienta fundamental para el avance de la ciudad.
También por llevar a buen puerto los proyectos que darán solución al CREAA, por ejecutar los proyectos europeos y por garantizar que la industria sostenible se instale y empiece a funcionar durante esta legislatura (planta del colchón y textil del acuerdo ESMASA-Repsol y planta del residuo orgánica).
Por otro lado, es necesario dar una respuesta al problema del alquiler. No se trata de que el Ayuntamiento venza unas tendencias que desbordan (por mucho) su capacidad de acción, sino de que dé, dentro de sus posibilidades, respuestas en beneficio de las vecinas y vecinos.
Aunque entendemos que la respuesta a este problema es múltiple, creemos que el próximo gobierno debe poner todas las herramientas disponibles al servicio de la construcción de las viviendas de alquiler a menos de 550 euros en suelos dotacionales (sin necesidad de recalificar terrenos nuevos), tal como presentamos en nuestro plan de vivienda durante la campaña electoral.
Nuestro estudio preliminar daba un alcance entre 2.500 y 3.000 viviendas posibles, algo que debemos empezar a trabajar desde el primer minuto para ofrecer, lo antes posible, alternativas de alquiler a nuestras vecinas y vecinos.
Si somos capaces de dar respuestas a estas dos cuestiones creemos que contribuiremos a que esta legislatura sea positiva para el municipio, además de acercar la posibilidad de crear un periodo largo de mayorías en beneficio de la ciudad.
Que remarquemos estas dos cuestiones no significa que deban ser las únicas. Creemos que responder a ellas es fundamental, pero no suficiente.
Debemos dar un enfoque proactivo, creativo, innovador y con perspectiva de futuro a diferentes ámbitos como la rehabilitación de viviendas, la política deportiva, la renovación de nuestra oferta cultural o la regeneración de los barrios entre otras tantas cuestiones.
3. El Gobierno compartido: compromisos prácticos, capacidad de actuación y proporcionalidad.
Si la traducción de la victoria compartida debe ser la conformación de un Gobierno compartido creemos que, para hacerla sostenible y viable en el tiempo, esta fórmula de Gobierno debe regirse por una serie de principios. En primer lugar, debe basarse en compromisos prácticos.
Debemos marcarnos una agenda de políticas públicas realizables con objetivos medibles. Para que el gobierno pueda revalidar es fundamental que presente sus resultados a los vecinos y podamos demostrar que hemos cumplido. Esta es una seña de identidad de la legislatura 2019-2023 que debemos perfeccionar, profundizar y seguir desarrollando.
En segundo lugar, debe dar capacidad de actuación a las partes integrantes.
Estamos haciendo política municipal para mejorar la vida de la gente y esto sólo se consigue con resultados concretos. Para ello, cada compromiso debe venir acompañado de medios suficientes para poder llevarlos a cabo.
Cada una de las fuerzas debe de tener sus competencias, recursos, medios y capacidad para poner en marcha políticas públicas que den resultados a la ciudad.
Además, en todo momento debe regir el principio de cooperación entre las diferentes áreas nunca basado en remarcar la diferencia competencial, sino en buscar las mejores soluciones.