Museo del Aire, una joya a un paso de Alcorcón

Situado a un kilómetro de nuestra ciudad, exhibe el Dragon Rapide y el Autogiro de Juan de la Cierva, y aviones de combate como Mig, Mirage y Phantom

por Redacción

El Museo del Aire de Cuatro Vientos es una parada obligatoria para el amante de la historia de nuestro país. Está a un kilómetro de Alcorcón y a diez del centro de Madrid.

En ese espacio, situado en el límite del término municipal de Madrid con Alcorcón, el visitante podrá contemplar desde los primeros reactores fabricados por la empresa española CASA hasta el ‘Dragon Rapide‘ que permitió a Franco desplazarse al norte de África para dar el golpe de Estado, o el primer modelo de autogiro (predecesor del helicóptero) ideado por Juan de la Cierva en 1920.

El ingeniero Torres Quevedo también tiene su espacio. Este inventor diseñó globos y dirigibles a principios del siglo XX.

El renovado hangar 1

El último espacio en incorporarse al Museo de Aeronáutica y Astronáutica -nombre oficial del Museo del Aire– ha sido el renovado Hangar 1 con una completa y logradísima exposición sobre el Ejército de África, en su vertiente aérea, con especial mención a los pilotos laureados, entre ellos el comandante García-Morato.  Considerado un ‘as’ de la aviación luchó en el bando franquista durante la Guerra Civil.

Una placa recuerda a los 17 laureados de aviación entre 1913 y 1939, 11 de ellos por acciones en la Guerra de África, entre los que destacan Juan Ansaldo (por la acción de Tizzi-Moren contra Abd el-Krim en 1924);  Carlos de Haya, que da nombre a una calle de Madrid (frente de Córdoba en 1936); y Joaquín García Morato (varias acciones en 1937).

También destaca la recreación de los ‘blocaos’ (pequeños fortines) del Rif, una tienda de oficial, enormes imágenes del norte de Marruecos en la pared y un espacio llamado ‘Asentamientos del Ejército en el Norte de África, 1913’. Un aviónn Fokker preside una de las áreas de exposición.

Modelos de Hispano Aviación

En otro hangar llama la atención el velero acrobático LO-100 ‘Virgen de la Cabeza’, que fue pilotado por el capitán y profesor de vuelo sin motor Sebastián Almagro (Escañuela, 1923), y con el que realizó exhibiciones ante De Gaulle y Franco.

Llama la atención, igualmente, el Hispano Aviación HA 200 R-i, más conocido como ‘Saeta’, primer reactor de la industria aeronáutica española, en activo el 12 de agosto de 1955. En el museo se exhibe el segundo prototipo, de 1957, pilotado por el capitán Pedro Santa Cruz. Una versión mejorada, llamada ‘Súper Saeta’, se vendió (diez unidades) a Egipto. Combatieron en la guerra con Israel en 1967. Allí los bautizaron como ‘Al-Kahira’.

Otra pieza que sobresale es el CASA C-101 Aviojet ‘Mirlo’. CASA (ahora reconvertida en el gigante europeo Airbus) es el acrónimo de Construcciones Aeronáuticas SA, fundada en 1923 por el ingeniero José Ortiz Echagüe.

El avión de Tarradellas

En el último hangar, el 7, el se puede ver el avión de Iberia ‘Cala Galdana’, un McDonnell Douglas DC9-32 que en 1977, con el nombre de ‘Ciudad de Mahón’, trasladó de Madrid a Barcelona al político catalán Josep Tarradellas después de 38 años fuera de España, parte de los cuales fue presidente de la Generalitat en el exilio. Cuando bajó de las escaleras del avión, en el aeropuerto del Prat, pronunció sus históricas palabras ‘Ja sóc aquí’. Hasta 1980 sería el primer presidente del gobierno catalán provisional tras la dictadura.

Hidalgo de Cisneros y Torres Quevedo

A la entrada hay varias esculturas, una de Leonardo Torres Quevedo (Santa Cruz de Iguña, 1852-Madrid, 1936) que en 1906 patentó el primer dirigible español. Fueron utilizados con éxito en la I Guerra Mundial. El globo dirigible ‘Hispania’, construido en colaboración con el comandante Emilio Herrera, en 1918 cruzó el Atlántico.

Cerca tiene su busto el general Ignacio Hidalgo de Cisneros con la inscripción ‘Héroe del pueblo español (1894-1966)’.

Ya en los hangares se puede contemplar el busto de Jesús Fernández Duro, pionero de la aeroestación, que en 1906 cruzó los Pirineos.

Mig, Mirage y Phantom

En la exposición al aire libre se exhiben aviones de guerra rusos (Mig 17 y 21, y Sujoi), estadounidenses (Phantom) y franceses (Mirage); de transporte españoles (CASA 207-A Azor, 1952-1967, y 207-C de 1968) y alemanes (Junkers JU 52/3M-CASA C-352L, fabricados en Getafe entre 1942 y 1954); de pasajeros (McDonell Douglas), entre otros.

El PBY-5 ‘Catalina’ se muestra junto a los anteriores. Es el hidroavión más famoso de la historia. Destacó en la II Guerra Mundial y en las investigaciones de Jacques Cousteau.

Al principio, junto a la entrada principal están los helicópteros. El más conocido es Augusta Bell AB 47 G-3B. Fue muy utilizado por el Ejército de Estados Unidos en las guerras de Corea y  Vietman. Este modelo pertenece al Ala 78 del Ejército del Aire.

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