La Policía Nacional ha detenido a una joven de 24 años acusada de inventarse un secuestro con torturas, junto a su novio y dos amigos, para que su madre pagase 2.139 euros y poder disfrutar de ese dinero, tras lo que el juez ha dejado en libertad provisional a la joven, que defiende que drogada y no sabía nada.
Según ha adelantado el diario El Mundo y ha confirmado la Policía a EFE, el pasado día 16, los agentes detuvieron a una joven de 24 años, española de origen ucraniano, por estafa y simulación de delito, ya que se inventó que había sido secuestrada para conseguir 2.139 euros de su madre.
Lo hizo en connivencia con otras tres personas que mandaron numerosos mensajes amenazantes a la madre, quien fue a una comisaría a denunciar los hechos, tras lo que la joven apareció diciendo que había estado fuera con su novio y le habían robado el móvil.
El juez ante el que pasó a disposición judicial entendió que, aunque hay «motivos bastantes para estimar responsable criminalmente del delito de simulación de secuestro» a la joven, procedía conforme a la ley su puesta en libertad provisional con la obligación de comparecer cuando sea requerida.
El letrado de la investigada, Juan Gonzalo Ospina, ha explicado a EFE que la joven asegura que fue engañada, drogada y estuvo desorientada, y que al estar en un momento un momento muy inicial de la causa habrá que «practicar las diligencias necesarias que acrediten la versión de la investigada, quien realmente es una víctima más, confiando en el buen hacer de la Administración de Justicia».
La madre denunció en la Policía el pasado 16 de junio que el día anterior por la tarde, cuando estaba de viaje fuera de Madrid, recibió mensajes desde el teléfono móvil de su hija en los que un hombre decía que la tenía secuestrada y le pedía 2.139 euros, amenazando con torturarla.
La mujer relató que recibió numerosos mensajes en los que, entre otras frases, le decían que «cuando (su hija) empiece a perder cosas poco a poco, cacho a cacho, se la va a destrozar el alma», «nos está obligando a llegar a extremos y no será agradable para nadie» o «estoy ansioso por destrozarla»..
Cuando llegó a su casa de noche su hija no estaba y no le cogía el teléfono, y vio que faltaban varias llaves, dos ordenadores y una tablet.
Al día siguiente fue a comisaría y denunció los hechos, explicando que su hija, que está en tratamiento psicológico, la había llamado unos días antes diciendo que un amigo había tratado de robar cosas en su casa, que había comprobado que tenía cargos en su tarjeta sin permiso, y que luego recibió los mensajes amenazantes.
Luego la joven apareció junto a su novio en su domicilio del distrito de Ciudad Lineal de Madrid y dijo que había estado con él esos días y que le habían robado el móvil en un festival, lo que en principio fue corroborado por su pareja.
Pero al prestar declaración este joven reconoció que todo fue un plan urdido por ellos dos y por dos amigos de origen ruso, identificando a estos dos últimos. Una vez pedido el dinero, él y su novia fueron a pasar la noche a un local abandonado en Alcorcón.
Los agentes procedieron a arrestar a la joven, que se resistió a los policías.