El madrileño Carlos García, de 45 años de edad, es inventor de juegos tradicionales. Participó en las primeras Jornadas de Juegos de Mesa organizadas por la Asociación de Vecinos Sural. En estas, presentó su última creación, el juego ‘Briko’.
Este ingeniero de montes ha trabajado y vivido en Canadá y Luxemburgo. Aunque su trabajo en estos momentos no está relacionado con sus estudios (es ujier de las Cortes Generales), lo compagina con labores de educador medioambiental (en la asociación ARBA Cebollera), y diseñador de juegos de mesa (Ludus sylvestris).
¿Qué es Ludus sylvestris?
Ludus sylvestris es la marca en redes sociales que agrupa los diseños de potenciales juegos de mesa (o «protos») que voy creando. Hace cuatro años creé con otras personas una asociación sin ánimo de lucro para realizar actividades divulgativas de temática forestal, que se llama ARBA Cebollera. Ludus sylvestris apareció después, una vez vi en los juegos de mesa, y en los protos en particular, una herramienta perfecta para enseñar, divulgar y compartir temas relacionados con los árboles.
-Desde la AVV Sural te presentan como un inventor de juegos de mesa, ¿es eso fácil?
En absoluto, pero eso lo hace más divertido… jejeje. Más que inventor, me considero un aficionado al diseño de juegos de mesa. Diseñar un juego es ilusionante y muy satisfactorio, sobre todo cuando alguien lo pasa bien con una de tus ideas. Es por eso que me gusta compartir mis diseños en ferias y tardes de juegos como la que acaba de organizar la AVV Sural.
-¿Qué características debe reunir un juego de mesa para triunfar?
Un juego que puedes explicar en menos de un minuto y que te deja la sensación de querer repetir después de la primera partida, tiene todas las papeletas para ser un éxito.
-En esta época digital, entidades, como la AVV Sural, organizan jornadas de juegos tradicionales. ¿Por qué son necesarios estos encuentros para jugar como antaño?
Tanto los juegos tradicionales como los de mesa más modernos promueven la parte social del juego, que se está perdiendo en mi opinión. Estas jornadas dan el espacio óptimo para hacer barrio, para fomentar la relación entre vecinos. Y también provocan un espacio estupendo para compartir tiempo de calidad entre generaciones o ofrecer una alternativa de ocio a algunos rangos de edad como adolescentes y mayores, que no siempre lo tienen.
-¿Cuántos juegos has inventado y qué es su común denominador?
Protos que se puedan jugar habré inventado cuatro o cinco. Todos tienen en común una temática medioambiental con la que tengo la excusa de hablar de muchas cosas interesantes mientras juego. A excepción de mi último proto, Briko.
-¿Qué es Briko? ¿Qué quiere lograr entre los jugadores?
Briko es un juego en el que tendremos que usar unas piezas tridimensionales que recuerdan a las del Tetris para construir ladrillos y ganar puntos. Para los aficionados a los juegos de mesa que lean esto, si te gustan juegos como «Ubongo» o «Paradice», seguramente Briko sea tu estilo.
-¿Qué balance realizas de la I Jornada de Juegos de Mesa y Backgammon organizado por AVV Sural en las pasadas fiestas de Alcorcón?
Mi sensación es que el ambiente que se generó y la atmósfera en general era tan positiva, que atraía a gente a sentarse y probar. Los que lo hicieron quieren repetir, eso ya habla por sí mismo, ¿no?
-¿Hay que jugar más? ¿Ayuda a relacionarnos, a pensar y divertirnos?
Sin ninguna duda, hay que jugar todo lo posible. El juego es una herramienta demostrada de desarrollo cognitivo, pero sobre todo una excusa para compartir tiempo de calidad, válida para todas las edades.