El alcorconero Javier Gómez es uno de los escultores en vidrio con mayor prestigio internacional. Podríamos decir que es el Miquel Barceló de este tipo de arte, aún con poco reconocimiento nacional, pero con gran predicado en otros países, sobre todo, en Estados Unidos.
Gómez, alma mater y uno de los fundadores del Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón (MAVA) ha protagonizado más de 300 exposiciones y elaborado más de 800 piezas durante más de 35 años de carrera artística. Ahora vive en su pueblo de origen, Pedro Bernardo, en Ávila, donde dirige su propio museo.
Desde los 4 hasta los 55 años vivió en Alcorcón, más concretamente en el barrio de San José de Valderas, donde estudió en el Colegio Santísima Trinidad.
P-¿Cuándo y por qué empezó a crear arte en vidrio?
Desde bien pequeño, en el colegio, las clases de manualidades y plásticas despertaban mucho interés en mí. Aunque no es hasta los 29 años cuando realmente surge mi principal inquietud por el arte. Todo empieza en el taller familiar cuando descubro que a las láminas con las que trabajaba podía aplicarles un concepto de escultura. Desde entonces empecé a evolucionar con las diferente formas que pensaba que podrían desarrollarse en volúmenes para la escultura. Han pasado más de 35 años y tengo catalogadas alrededor de 800 obras.
P-Al tratarse de una disciplina diferente a la pintura y escultura en bronce o granito, ¿qué es lo más complicado del proceso creativo a la hora de elaborar una pieza?
-La escultura en vidrio surge desde un punto de arranque en el cual no existe un volumen previo como en otras disciplinas; hay que crearla desde unas simples láminas de vidrio. Primero hay que tener una idea, hacer bocetos, y después, generar un dibujo que te permita desarrollar la obra. Parte todo de una reflexión y unos dibujos iniciales. Empiezas con un papel en blanco y a partir de ahí vas dándole forma y volumen hasta que, finalmente, consigues una base para empezar a cortar el vidrio y desarrollarlo, generando el volumen que luego necesitas para empezar a tallar y pulir hasta llegar al final de la obra.
P- No solo es tratar el vidrio puro y duro.
-Hay otras posibilidades, como aplicar color o texturas o efectos que generas a través de técnicas como el chorro de arena para conseguir, al final, con la transparencia en el pulido efectos ópticos que lo hacen tan diferente. Con eso consigues, aparte de las tres dimensiones que genera cualquier volumen de la escultura, efectos ópticos que generan un mundo interior de sombras y luces. La luz y los efectos ópticos hacen fuerte a la escultura en vidrio y la diferencia del bronce o granito. A mí, me ofrece tantas posibilidades y me genera tantos mundos y misterios -dentro de la propia obra-, que estoy enganchado desde que empecé y hasta hoy, habiendo pasado más de 35 años.
P-El Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón (MAVA), donde se exponen algunas de sus mejores obras y del que fue impulsor, es de los mejores de España, ¿pero por qué no es tan conocido como algunas pinacotecas de la capital?
-Es uno de los referentes a nivel internacional, y quizás en España sea menos conocido por diferentes circunstancias. La primera es porque para que un museo sea visitado tiene que haber un criterio de organización de las colecciones en las salas y estas deberían ser muy representativa de cómo es el movimiento internacional del vidrio. Este museo surge para acoger el Studio Glass Movement, que son las primeras esculturas de los años 50. Es fundamental tener una coherencia a la hora de exhibir sus colecciones y también hacer una programación con exposiciones individuales y conferencias de calidad para que la gente tenga comprenda que el vidrio no es el que conocemos de la historia de la artesanía o manufacturas sino que crea verdaderas esculturas y arte contemporáneo. Hay que seleccionar muy bien las exposiciones. Hay que generar una buena imagen de sus salas en la exposición permanente y organizan muestras de un alto nivel.
Los responsables de la ciudad deberían apoyar su difusión y poner en valor el museo con lo que sería más conocido. 25 años después de su fundación ya es el momento de que tenga un mayor conocimiento a nivel nacional.
P-¿Si el MAVA se situase en Madrid tendría un mayor prestigio y más visitantes?
-Si estuviera en Madrid, donde hay más actividad, ayudaría; pero el arte, cuando hay interés y una oferta de calidad, la gente viaja y se desplaza para conocerlo. Por ello, no veo tan importante la ubicación; es mucho mejor la difusión y que llegue al público más interesado; eso haría más fuerte al MAVA.
P-A lo largo de su vida creativa, ¿cuáles han sido sus principales fuentes de inspiración?, ¿qué temas le gusta tratar?
-Mi fuente de inspiración no surge de la naturaleza o de la acumulación de lo visto en el arte; surge más desde una reflexión interna en la que visualizo ciertas imágenes que luego traslado a papel en forma de bocetos y voy desarrollando la obra. Desde mis primeros trabajos, mi inspiración son mis propias obras. Cuando elaboro una pieza, visualizo otras; unas formas me llevan a otras y se va generando un diálogo entre unas y otras. En la soledad del estudio, me planteo temas sin saber si estoy en el buen camino. Lo descubro cuando la obra se expone y habla por sí sola.
P-¿Cuál es la pieza y cuál es la exposición de las que se siente más orgulloso?
5-Es muy difícil decidir sobre una sola pieza. Sí puedo decir que, después de tantos años de trabajo y etapas, quizás esté más orgulloso de la última que estoy creando, que es abstracción cromática, fruto de una edad y una madurez en la que los caminos se van cerrando. Tras 800 obras catalogadas es muy difícil desarrollar ideas nuevas. Las nuevas obras que me ocupan desde hace dos años llegan con un atrevimiento muy importante de mi parte. Juego con mucho color, de lo que era reticente anteriormente, cuando me preocupaba el volumen y la sobriedad. En estas se une la forma y el color, lo que me motiva para seguir avanzando. Es un cambio muy radical, pero creo que sigue aportando al actual mundo de la escultura.
La exposición de la que estoy más orgulloso es la que hice en un museo de Ámsterdam, junto al artista Sam Francis. Tuve el honor de presentar mis obras junto a este gran pintor, lo que apoya mi trabajo del vidrio, del que siempre se ha tenido la idea de que es algo artesanal y decorativo. Se piensa que el vidrio no es un medio artístico. Y esta exposición dijo lo contrario. Cuando hay arte y plasticidad, los materiales no son importantes. Simplemente importa qué se quiere decir y qué transmiten las obras.
P- Siendo usted uno de los artistas españoles actuales de mayor prestigio internacional, parece que la disciplina del arte en vidrio se valora menos que la pintura, escultura o artes plásticas.
-No es que sea menos valorada que otras disciplinas sino que es un movimiento muy joven. Empieza en los años 50, muy ligado a la artesanía y el diseño. Tras 70 años, esto ha cambiado en el sentido de que hay muchísimos artistas a nivel internacional que hacen un verdadero arte en vidrio. Hay esculturas que se pueden exponer sin problema junto a pinturas y esculturas en bronce. Cada día hay más y los grandes museos les abren las puertas. La cuestión es la falta de conocimiento del arte en vidrio por parte de de los responsables de los grandes museos y de los comisarios; todos aquellos que son los que realmente tienen la posibilidad de organizar exposiciones de escultura en vidrio e los grandes museos. Mientras no haya directores de museos internacionales, como aquí el Reina Sofía, que se decidan a hacer exposiciones individuales o colectivas para mostrar este movimiento, no se conocerán sus posibilidades. Una vez que esto ocurra, el público y las galerías valorarán mucho más el vidrio, que es muy poco conocido en el mundo del arte.
P-Proyectos de futuro y próximas exposiciones.
– Ahora surgen ideas para una exposición importante dentro de un par de años. En 2022, tuve una gran muestra individual en el Museo Aquiles de Hamburgo que me llevó un año entero de trabajo. Actualmente, el 6 de junio participo en una exposición colectiva en la Galería Avatar de Michigan, en Detroit, que reúne anualmente una selección de artistas internacionales. Es un gran evento dentro del movimiento del coleccionismo en EEUU. Es una galería ampliamente conocida que cumple 51 años.
P-Algo que quiera destacar y/o añadir.
– Me gustaría animar a la ciudad de Alcorcón y a los amantes del arte a que visiten el MAVA, conozcan su museo y lo valoren; que hagan alguna reflexión sobre lo que es este espacio para la ciudad. Es importante en el mundo del vidrio artístico contemporáneo.
Comentar que en mi pueblo, Pedro Bernardo, en Ávila, donde vivo y trabajo actualmente también me han dedicado un espacio museo, donde se expone mi obra, el MEVJG, Museo en Vidrio Javier Gómez. Allí se puede ver toda mi trayectoria, una selección de mis trabajos hasta la época actual. Como yo digo: hace un poco como el triángulo del que hablan entre el Prado, el Thyssen y el Reina Sofía, siendo aquí el MAVA, el Centro Nacional Vidrio de Segovia y ahora mi museo, todo relacionado en una distancia de unos 100 kilómetros, en la que se puede conocer lo que es el arte contemporáneo en vidrio a nivel internacional.